En él un hombre mayor yacía tendido. Su densa cabellera blanca se teñía de rojo. Las lágrimas de una mujer joven le bañaban el rostro. El llanto y el terror sofocaban sus llamados de auxilio.
Una vida mal vivida se esfumaba, otra vida por mal vivir escapaba. De su encuentro, una vida inocente se arruinaba.