Y dime, ¿cómo te encontró la noche? ¿Por donde se te coló el sereno? ¿Cómo viviste el día en el que te libraste de una carga del pasado, solo para descubrir que esta recién nacida esperanza es tanto más pesada?
¿Aún vagan libremente tus ilusiones?
No te engañes, yo soy como tú. Ahora las noches se me hacen eternas y los días incontables; no me queda más que mentirme y repetirme que las fantasías no habitan en esta realidad: que las lágrimas son dulces y los suspiros liberadores; que el tiempo no se acerca ni se aleja; que mi sombra se ha detenido, escondiéndose bajo mis suelas.
Ahora no hago más que ver bailar a las salvajes hojas que invaden mi vista, lo único dinámico que atrapa mi atención; todo lo demás se ha detenido: el sol, la respiración, el parpadeo. No hay más que viento, ásperas corrientes heladas que hacen tiritar toda vida a su paso.
Como un espectro me descubro en el reflejo del cristal que nos divide. Allá tú, libre, al intemperie; aquí yo, solo, envuelto en mi mismo, sofocado en mi vacuidad.
Me gusta la fluidez, el uso de imágenes comunes pero en el buen sentido, Redacción limpia y agradable. Buen trabajo mano!
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