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jueves, 5 de mayo de 2016

Sobre la Ley de la Juventud II (Argumentos contra la iniciativa II ─Organizaciones “civiles”─)



El artículo con el que empecé el análisis me llevó a una petición. En esta última se presentan de forma bastante ordenada las objeciones, aunque ─supongo que por querer mantener la brevedad─ me parece que se habrían beneficiado de un poco más de extensión. 

En un primer momento me sorprendió un poco la postura del MCN, pero quizá es porque aún no los entiendo suficiente, y ahora hasta percibo de ellos en deje opous deiesco. Como libertarios que son supongo que se oponen a que regalen los anticonceptivos. Y es que todo, si no es comprado, no es; incluso la libertad: para gozarla, también debes pagar por ella. Si hacer dinero es fácil. Solo es necesario invertir en una idea y trabajar duro para ser emprendedor, o invertir algo en educación para conseguir un trabajo. Es fácil, para hacer dinero solo se necesita dinero. (¿?) Perdón por el desvío.

La cita del representante del MCN en la petición dice: “la iniciativa no arreglará los problemas sino que generará más gastos pues tendrían que habilitar más plazas de trabajo”. Parece que ellos no se han enterado de lo que representa el crecimiento descontrolado de la población. Parece que todos ellos han formado sus familias con una planeación excepcional y que sus circunstancias de vida nunca los han empujado suficientemente cerca del límite (con esto no quiero decir que sus problemas sean superficiales ─aunque probablemente lo sean─). Entiendo que las frustraciones personales se padecen con la misma intensidad sin importar la condición, pero hay que ser demasiado ingenuos para no entender que, al poner los problemas bajo la misma luz y siendo solo un poco objetivos, hay unos que son más serios que otros. 

El problema es que las familias no deseadas, producto de una deficiente educación sexual y/o abusos, tienden a ser disfuncionales de maneras muy serias: inclinadas a la violencia, a la delincuencia; estos niños constituyen (aunque no exclusivamente) los grupos en riesgo ─de caer en maras, por ejemplo─. Obviamente, pensar en un proyecto educativo y de distribución de anticonceptivos implica gastos. Sin embargo, es probable que en un mediano plazo se empiecen a percibir resultados.