jueves, 30 de mayo de 2013

progreso 1

progreso


“Así, en minúsculas, hasta estoy tentado en ponerlo en letra más pequeña. Ya lo desprecio y apenas logro comprenderlo. Pero es este supuesto “progreso” (valga la redundancia) el que me ofende. Esta idea que nos tiene atrapados como en arenas movedizas. Por más que lo intente, por mucho que me mueva, sigue estando alrededor. Ni me mata ni me deja escapar, todo lo contrario: me alimenta, me envenena con brebajes que no enferman. A fuerza de fricción entumece mi pensamiento. Soy como esa mosca cubierta por una densa 
nube que, acumulando sus minúsculas gotas en mis alas, me impide volar hacia la libertad; hace que se concentre mi consciencia de mosca en mis alas, convirtiéndolas al mismo tiempo en posibilidad de salvación y actual maldición. Me hace pensar en la inutilidad de mis virtudes, en cómo la naturaleza se burla, dándome alas que, aunque funcionan perfectamente, no sirven para volar en este maldito lugar. Mejor o igual ser rastrero, atravesar el fango con la cabeza baja, sin ver más que la suciedad, hasta adaptarse y encontrarla cómoda. Perder la capacidad de ver, perder entonces de vista la posibilidad de libertad. Perder las alas.”